sábado, 25 de agosto de 2018

últimos cinco días.

soy esa niña que no quiere crecer,
soy la eterna batalla contra el calendario.


soy un escenario
de accidentes y caídas en repetición.
soy poesía, soy arte, soy canción.
soy un manojo de defectos
empeñado en salir ahí fuera sonriendo
aunque adentro llore el corazón.
soy razón,
pero sobre todo y ante todo,
soy sentimiento.

soy adicta al movimiento
pero a la vez el mundo me paraliza.
soy todos mis miedos;
el temor a que el tiempo pase por encima de mi,
y en cinco días toque soplar las velas.
el terror de vivir sola
(físicamente, me refiero).
soy ese acojone que te entra cuando
después de una inmensa espera
lo que veías como un deseo lejano
se hace realidad
y termina por aproximarse a ti
como una fiera hambrienta
se lanza a su presa,
rápido
y sin piedad.

soy las putas expectativas contra las que también lucho,
para vivir sorprendiéndome
y no decepcionándome.

soy ese típico "mejor sola que mal acompañada"
que admito que,
tal como lo hondeo orgullosa cual bandera
a veces acaba por ser el animal que le muerde la mano al amo.

soy indecisión, en persona.
soy inseguridades arañando mi interior
y desgarrando mi alma.
soy toda complejos,
como soy compleja e indescifrable.
soy una completa desconocida
casi siempre que me miro al espejo.
soy errores,
naufragios,
un puto pozo
que he superado tantas veces ya,
que aún no logro comprender por qué
siempre
vuelvo a caer.

soy inocencia y picardía.
soy demasiado valentía gracias a este mundo de mierda
y a la vez soy cobardía.
soy llanto, más de lo que me gustaría.
soy rabia reprimida
que poco a poco aflora,
soy la ira.
soy un grito en silencio,
lamento
que mientras sufre,
abrasa.

soy el poder de las fotografías
para capturar un instante por siempre.
soy la magia de ese olor
capaz de transportar a un momento concreto.
soy soneto,
cuento,
partitura,
lienzo
e incluso pesadilla.

soy el niño que reclama constantemente atención,
y soy la independencia de una mujer autosuficiente.

soy un anochecer temprano de invierno
y el atardecer tardío en verano.

soy un pueblo cuyas limitaciones me atormentan,
porque soy el rugido de una ciudad
y el brillo de sus luces en la noche.
soy la luna,
país de nunca jamás,
el querer hacer tanto que no puedes hacer nada,
el privilegio y a la vez castigo
de saber que todo puede mejorarse,
el continuo perfeccionismo
y la autocrítica.
soy muy analítica,
quien siempre se fija en aquello
que los demás simplemente pisan.

soy imaginación.
soy pasión,
buena intención,
intuición,
soy ilusión.
de igual modo,
soy desmotivación fácil,
soy ansiedad pura,
conmigo misma muy dura
y con esta vida algo exigente.
soy ron con coca-cola
cuando toca celebrar
o ahogar alguna pena,
y otros vicios de autodestrucción
que siendo sincera
no me enorgullecen.

soy piel que se estremece,
soy besos lentos,
abrazos largos 
y conversaciones profundas.

soy como de otro planeta
y al mismo tiempo,
en ocasiones,
muy como el resto.
soy expresión y sensaciones,
explosión de emociones,
la respuesta evidente
para quien le asusta hacer la pregunta.

soy una cría vestida de adulta
tratando de arrancarse el disfraz
cuando ya es demasiado tarde.